A partir del martes 17 de junio de 2025, millones de trabajadores en México verán un cambio significativo en sus condiciones laborales con la entrada en vigor de la llamada “Ley Silla”, una reforma a la Ley Federal del Trabajo que busca garantizar el derecho al descanso digno en el entorno laboral.
Esta nueva normativa obliga a todas las empresas del país a proporcionar sillas funcionales con respaldo para que los empleados puedan sentarse cuando no sea estrictamente necesario estar de pie, así como durante sus pausas laborales. La medida está pensada principalmente para aquellos trabajadores que, históricamente, han pasado largas jornadas de pie sin posibilidad de descanso: vendedores, cajeros, guardias, meseros, cocineros, personal de limpieza, panaderos, chefs, taquilleros, entre muchos otros.
El objetivo central de la reforma es prevenir afectaciones a la salud como várices, dolores de espalda, fatiga muscular y desgaste articular, condiciones comunes entre quienes permanecen de pie durante toda su jornada. Según datos recientes, el 45% de los trabajadores en México permanece de pie toda su jornada laboral, lo que representa una amenaza constante a su bienestar físico.
Las reformas aplican directamente a los artículos 132 y 133 de la Ley Federal del Trabajo. Además, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) tiene un plazo de 30 días desde la entrada en vigor para emitir nuevas normas que regulen los factores de riesgo postural, mientras que las empresas dispondrán de 180 días naturales para adecuar sus reglamentos internos.
¿Qué pasa si no cumplen?
Las consecuencias no serán menores: las empresas que incumplan podrían recibir multas que van desde los 28 mil hasta más de 280 mil pesos, dependiendo de la gravedad y la reincidencia. En casos más serios, se contempla incluso la suspensión temporal de las actividades de la empresa infractora.
Con esta ley, México da un paso importante hacia el respeto a los derechos laborales, reconociendo que la salud y la dignidad de los trabajadores deben estar por encima de las prácticas tradicionales que los obligaban a permanecer de pie sin justificación.
