Redacción
El Buen Tono
El próximo viernes 20 de junio de 2025 a las 20:42 horas (tiempo del centro de México), ocurrirá un evento astronómico fascinante: el solsticio de verano, marcando el inicio oficial del verano astronómico en el hemisferio norte. Ese día, el Sol alcanzará su punto más alto en el cielo, brindándonos el día con más horas de luz solar del año.
Este fenómeno, que ha sido observado por culturas de todo el mundo durante siglos, tiene una explicación científica precisa. Según la NASA y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), el solsticio ocurre debido a la inclinación del eje terrestre, lo que provoca que el hemisferio norte reciba mayor cantidad de luz solar.
La palabra “solsticio” proviene del latín solstitium, que significa “sol quieto”, ya que en estos días parece que el astro rey detiene su movimiento aparente en el cielo.
Un fenómeno que une ciencia y cultura
En México, el solsticio de verano es mucho más que un dato astronómico. Es un momento en el que miles de personas visitan zonas arqueológicas como Teotihuacán o Chichen Itzá, donde antiguas civilizaciones alinearon sus estructuras con eventos celestes. Para muchos, es una oportunidad de conectarse con la energía del Sol y la naturaleza.
A nivel mundial, distintas culturas celebran este evento de formas únicas:
- En Islandia, el Sol nunca se oculta, permitiendo caminatas nocturnas bajo la luz solar.
- En Suecia, se celebra con cruces florales y danzas típicas.
- En Puerto Rico, las personas se sumergen en el mar al anochecer para renovar energías.
- En Stonehenge, Reino Unido, el amanecer se alinea perfectamente con sus piedras milenarias.
Más allá del ritual: una reflexión
Julieta Fierro Gossman, investigadora de la UNAM, recuerda que el solsticio también nos invita a valorar la astronomía como una forma de comprender nuestro planeta, y a tomar conciencia sobre el impacto humano en la naturaleza. “Debemos disfrutar el cielo, pero también cuidar la Tierra”, subrayó.
El verano astronómico durará hasta el equinoccio de septiembre, cuando el día y la noche vuelvan a tener la misma duración. Mientras tanto, el solsticio nos ofrece un momento para mirar hacia el cielo y reconectar con los ciclos naturales que nos rodean.
