Efraín Hernández
El Buen Tono
Cuitláhuac.- Al menos 60 accidentes viales ocurrieron en el municipio durante los últimos tres años, la mayoría provocados por la ausencia de señalización, falta de cultura vial, y la omisión, que también es corrupción del ayuntamiento que preside todavía Martín Rico Martínez.
Habitantes acusaron que durante su administración ignoró el tema, y a cinco meses y medio de concluirla, finge preocupación, luego de que un joven motociclista, sin portar casco, se estrellara contra una camioneta la semana pasada, aunque resultó ileso.
Lo anterior evidencia el desorden que provocó la desidia, flojera, y la corrupción que caracterizan a la actual su gestión municipal.
Nunca hubo campañas de concientización, tampoco se aplicaron reglamentos, ni se promovió el uso del casco, menos se establecieron operativos para sancionar a conductores imprudentes, denunciaron habitantes.
Lo que sí hubo, subrayaron, fue indiferencia sistemática, abandono institucional y desvío de recursos en obras inservibles, mientras la ciudad se sumía en el caos vehicular.
Residentes exigieron durante años semáforos, señalética clara, presencia de agentes de Tránsito y educación vial en escuelas, pero nada de eso le importó al alcalde en turno.
La seguridad de los cuitlahuenses quedó en segundo plano frente a los intereses del poder y el despilfarro de recursos públicos.
Su gobierno se limitó a la foto, a la pose, a la propaganda hueca, mientras las vialidades se convertían en trampas para quienes circulan a diario por ellas, precisó una maestra.
La corrupción es evidente y se manifiesta en señalamientos oxidados o inexistentes, cruces peligrosos sin regulación, calles sin pintura ni orientación alguna, todo ello ignorado con descaro durante tres años y medio.
Y ahora, con el calendario del cambio de autoridades municipales encima y su imagen por los suelos, lanza exhortos inútiles pidiendo respeto a reglas que jamás se dignó a hacer cumplir, “fue un flojo en ese aspecto , añadió un comerciante afectado por la situación.
