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Ciudad de Guatemala.— Lo que parecía una mañana común en las rutas de transporte público se convirtió en una escena de violencia en un autobús de la línea Esmeraldas, cuando dos presuntos asaltantes intentaron robar a los pasajeros y uno de ellos terminó muerto a manos de una de sus víctimas armadas.
Josué García, conocido en el mundo delictivo como “El Tortolita”, falleció el pasado sábado tras recibir un disparo dentro de una unidad que provenía de Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, con rumbo a la Central de Mayoreo (CENMA). Él y su cómplice, identificado como Vidal Alfredo Barillas Herrera, abordaron el autobús con la intención de despojar a los pasajeros de sus pertenencias. Sin embargo, uno de los usuarios respondió al intento de robo y disparó contra los delincuentes, hiriendo de muerte a García y alcanzando también a Barillas.
“El Tortolita” murió en el lugar de los hechos. Su cuerpo fue hallado por la Policía Nacional Civil dentro del autobús. El pasajero que accionó su arma contra los agresores logró retirarse de la escena antes de que llegaran las autoridades.
Barillas intentó huir, pero en su desesperación sufrió una lesión en el tobillo al descender del autobús, lo que permitió su detención. Al momento de ser asegurado, le fue incautada un arma calibre .38 especial con cinco cartuchos útiles.
La reacción más polémica surgió poco después, cuando la madre de Josué García llegó al lugar del crimen y, entre lágrimas, exigió justicia por la muerte de su hijo. “Mi hijo se levantó temprano a asaltar los buses, como siempre, pero me lo mataron”, declaró ante medios locales. “No le hacía daño a nadie, no disparaba, sólo los asaltaba”.
Las palabras de la madre causaron controversia y reacciones divididas en redes sociales, donde numerosos usuarios expresaron su indignación ante la aparente justificación del delito, mientras otros señalaron el contexto social de violencia y pobreza que lleva a muchos jóvenes a delinquir.
La policía guatemalteca confirmó que García tenía antecedentes por robo, extorsión y portación de drogas. Su cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense y será entregado a sus familiares para su sepultura.
Este suceso ocurre apenas dos días después de otro robo captado en video en el Centro Histórico de la capital guatemalteca, donde tres individuos —dos hombres y una mujer— asaltaron a los ocupantes de varios vehículos detenidos en un semáforo, alimentando la percepción de inseguridad en la ciudad.
