

East Rutherford, Nueva Jersey. — El Mundial de Clubes dio inicio con un choque esperado entre el Fluminense de Brasil y el Borussia Dortmund de Alemania, que terminó en un empate sin goles (0-0) marcado por las fallas ofensivas del conjunto sudamericano y las atajadas del arquero suizo Gregor Kobel.
En un Metlife Stadium que apenas recibió a 35 mil de los 82 mil 500 posibles asistentes, el Tricolor carioca mostró ambición desde el primer minuto, generando al menos cuatro oportunidades claras para romper el cero, pero sin la puntería necesaria para concretar. Mientras tanto, el Dortmund, bajo el mando del croata Niko Kovac, apostó por un juego más conservador y terminó agradeciendo la actuación de su portero.
A pesar del discreto marco en las gradas, la pasión de los aficionados del Flu se hizo sentir, dándole vida a lo que será la sede de la final del torneo y uno de los escenarios principales del Mundial de 2026. Sin embargo, la falta de contundencia podría costarle caro al conjunto brasileño, que necesitaba comenzar con el pie derecho en un grupo donde no hay margen de error.
La igualdad deja a ambos equipos con un punto en el Grupo F, que cerraba su primera jornada más tarde con el enfrentamiento entre el Ulsan Hyundai de Corea del Sur y el Mamelodi Sundowns de Sudáfrica, en Orlando.
El próximo sábado, el Fluminense volverá al Metlife Stadium para medirse con los asiáticos, mientras que el Dortmund enfrentará a los sudafricanos en Cincinnati, en una jornada que comenzará a definir a los líderes del grupo.
