

Agencias
CDMX.- Numerosos estudios científicos confirman que la actividad física después de los 65 años es fundamental para preservar la salud y la autonomía. Los expertos recomiendan un mínimo de 21 minutos diarios de ejercicio moderado, como caminar a buen paso, para obtener beneficios significativos.
Además del ejercicio cardiovascular, es crucial incorporar actividades de fuerza dos o tres veces por semana para mantener la masa muscular y prevenir la fragilidad.
La constancia en la práctica es más importante que la intensidad, y elegir actividades que resulten placenteras aumenta la posibilidad de mantener el hábito a largo plazo y por ende una vejez saludable.
