

En un giro de alto impacto para la política argentina, la expresidenta y exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner comenzó este lunes a cumplir una condena de seis años de prisión en modalidad domiciliaria. La decisión fue oficializada por el Tribunal Federal tras la confirmación de su sentencia por administración fraudulenta agravada, en el marco de una de las causas de corrupción más relevantes de las últimas décadas en el país.
La exmandataria peronista permanecerá en su residencia del barrio Constitución, en la Ciudad de Buenos Aires, bajo vigilancia del Servicio Penitenciario Federal y con tobillera electrónica de monitoreo permanente. Esta medida no solo marca un hito judicial, sino que también enciende la mecha de la confrontación política en un año de fuertes tensiones y cambios institucionales en Argentina.
El peronismo se moviliza a Plaza de Mayo
En respuesta a la detención domiciliaria de Cristina Fernández, el Partido Justicialista ha convocado a una marcha masiva para este martes. Aunque inicialmente se planeaba una concentración frente a los tribunales de Retiro, los organizadores decidieron trasladar el epicentro de la protesta a la Plaza de Mayo, símbolo de las luchas sociales y políticas en el país.
Diversos sectores gremiales, organizaciones sociales y agrupaciones kirchneristas acompañarán el acto, que busca denunciar lo que consideran una persecución judicial con fines políticos, cuyo objetivo sería proscribir a la dirigente del escenario político.
Reacciones y repercusiones
La noticia ha generado un fuerte eco tanto en medios locales como internacionales, alimentando la polarización social y reavivando el debate sobre la independencia del poder judicial en Argentina. Mientras sectores opositores celebran lo que consideran un acto de justicia, los simpatizantes de Fernández denuncian una estrategia de “lawfare” para neutralizar su figura política.
Con esta decisión judicial, el futuro político de Cristina Fernández de Kirchner queda en entredicho, en medio de una nueva etapa en la historia reciente del país, marcada por la confrontación entre poderes, la movilización popular y un proceso institucional en plena ebullición.
