De la Redacción
El Buen Tono
Región.- La entidad veracruzana se prepara para cerrar un mes de junio históricamente lluvioso, con un superávit de precipitaciones del 62% por encima de la media histórica, según el más reciente informe de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Si bien estas lluvias han servido para mitigar la severa sequía de los meses anteriores, la intensidad y acumulación del agua ya están causando estragos, especialmente en la zona Centro del estado.
Jessica Luna Lagunes, jefa de Hidrometeorología del Organismo de Cuenca Golfo Centro de la Conagua, detalló que hasta el pasado jueves, el acumulado mensual en la entidad alcanzó los 339 milímetros, una cifra que contrasta drásticamente con el promedio histórico de 209 milímetros para junio.
“Este temporal lluvioso, que se intensificó a partir del 13 de junio, ha sido fundamental para contrarrestar el estiaje que vivimos de marzo a abril, meses en los que apenas llovió un 25% de lo habitual”, explicó la especialista. Luna Lagunes catalogó estas precipitaciones como “normales” en el sentido de que ocurren dentro de la temporada de lluvias establecida, aunque su volumen ha sido excepcional.
Municipios como Cerro Gordo (Emiliano Zapata) con 577 milímetros, Cosautlán de Carvajal con 543 y Chicontepec con 497, han registrado los acumulados más impresionantes, provocando escurrimientos significativos hacia las cuencas de los ríos Jamapa-Cotaxtla, Actopan y La Antigua.
Alerta en las
Altas Montañas
Aunque aún no se han emitido cifras oficiales para la región de Córdoba y Orizaba, los habitantes de la zona de las Altas Montañas han vivido en carne propia los efectos de las lluvias incesantes. Las precipitaciones continuas han saturado el suelo, generando algunos deslaves en carreteras y zonas de pendiente, así como inundaciones y encharcamientos severos en colonias y vialidades principales.
Residentes de municipios como Orizaba, Córdoba, Ixtaczoquitlán y Nogales reportan afectaciones en el día a día, con tráfico lento debido a las anegaciones y una constante preocupación por el riesgo de derrumbes en las áreas más vulnerables.
