


De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- La grave denuncia circulaba desde hace meses en redes sociales: En la colonia Praderas de San Miguelito una mujer identificada como Guadalupe explotaba sexualmente a su propia hija menor de edad, prostituyéndola a cambio de dinero y suministrándole métodos anticonceptivos para evitar embarazos.
Vecinos y usuarios alertaron repetidamente sobre este caso de trata de personas intrafamiliar, proporcionando incluso la dirección exacta: Calle Silo, edificio 14, departamento 14-B. Sin embargo, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal sólo reaccionó cuando la presión mediática se hizo insostenible.
La acción llegó demasiado tarde. Según informes, el pasado 10 de julio, cuando finalmente una visitadora del DIF y la policía de género se presentaron en el domicilio, encontraron el lugar abandonado. La familia, incluida la menor víctima de explotación por su madre, había huido.
Vecinos consultados mencionaron que la mujer tenía conflictos con otras personas, pero nadie pudo dar razón del paradero actual. El protocolo se activó, pero sólo alcanzó a dejar una “carta invitación” debajo de la puerta de un domicilio vacío.
Esta tardía e ineficaz respuesta institucional convierte una grave denuncia verificada en un nuevo caso de impunidad. La desaparición de la menor y su madre impide la investigación, la protección de la víctima y la aplicación de la justicia.
Resulta inaceptable que las alertas ciudadanas repetidas durante meses en plataformas digitales no movilizaran a tiempo a las autoridades competentes, cuyo deber primordial es la protección inmediata de menores en riesgo extremo.

