Un horror que parece sacado de una película, pero que ocurrió en la vida real y conmociona a Estados Unidos. Justin Mohn, un joven del condado de Bucks, fue acusado de decapitar a su propio padre en 2024 dentro de la tranquilidad aparente de su hogar familiar.
Lo más aterrador no termina ahí: Justin presuntamente grabó un video de 14 minutos mostrando la cabeza de su padre, identificándolo y afirmando que “ahora está en el infierno por toda la eternidad”, para después subirlo a YouTube. La grabación estuvo disponible durante varias horas, causando una ola de indignación y miedo, hasta que la plataforma decidió retirarla.
Según la fiscalía, Justin habría disparado a su padre con una pistola recién comprada y luego usó un cuchillo de cocina y un machete para cometer el brutal ataque. Este caso no solo expone un crimen atroz, sino también el oscuro fenómeno de buscar notoriedad a través de las redes sociales, dejando una profunda reflexión sobre los límites del contenido que circula en internet.
Las autoridades continúan con la investigación, mientras la comunidad permanece consternada por esta escalofriante historia.
