


De la Redacción
El Buen Tono
Orizaba.- La persistente presencia de un sujeto acusado de acosar sexualmente a menores y jóvenes en el Cerro del Borrego revela no solo un peligro latente, sino la ineficacia sistémica de las autoridades para proteger a la ciudadanía.
Las denuncias señalan a un hombre identificado por patrones de conducta sospechosos, principalmente seguir a chicas, evitar adelantarlas, abandonar el recorrido a medio cerro, y señalado específicamente de exhibicionismo frente a una niña de 12 años, sin embargo, la burocracia institucional ha convertido el deporte del ascenso al cerro en peligro.
El coordinador de la Policía Municipal, Mauricio Sosa, declaró que “no existe denuncia formal”, como si la viralización del miedo colectivo y los testimonios públicos fueran irrelevantes, una postura que ignora una realidad evidente: la desconfianza ciudadana hacia las instituciones. Que las víctimas y testigos recurran a redes sociales antes que a la policía es un síntoma grave de fracaso institucional, no una excusa para la inacción.
Las autoridades se jactan de “recorridos en todos los turnos”, pero admiten no haber ubicado al sospechoso, lo que deja en claro que son suficientes los operativos, pero sobre todo el desconocimiento sobre un protocolo específico para abordar acoso sexual en espacios públicos.
“La policía, en lugar de esperar denuncias, debería investigar proactivamente las alertas comunitarias y generar confianza mediante resultados visibles”, denunció un ciudadano.

