de la redacción
el buen tono
Amatlán.- La violencia que carcome al municipio volvió a quedar al descubierto luego de que autoridades federales y estatales desmantelaran una casa de seguridad en la localidad de El Cacahuatal, durante un operativo que evidenció, una vez más, el vacío de autoridad local.
El cateo, autorizado por un juez, fue ejecutado por personal de la Fiscalía Regional de Córdoba, en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar) y la Guardia Nacional.
Durante la intervención fueron detenidos dos adultos, identificados como Servando “N” y Elizabeth “N”, además de una adolescente cuya identidad fue reservada por tratarse de una menor de edad.
En el inmueble se halló un arsenal que incluía armas largas, un arma corta, cartuchos útiles, carrilleras, un chaleco táctico, prendas militares y uniformes de una corporación policial. También se aseguraron un dron, una computadora, básculas grameras, teléfonos celulares, vehículos, motocicletas, así como dosis de hierba seca con características similares a la marihuana, una sustancia parecida al cristal y un paquete con pirotecnia.
Los detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público, mientras que la menor será procesada conforme a la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes.
Lo preocupante es que este aseguramiento ocurrió en un municipio cuya Policía Municipal permanece desarmada desde 2022, lo que deja a la población prácticamente a su suerte. Mientras las fuerzas federales hacen presencia de manera ocasional, la inseguridad crece y la delincuencia opera sin freno ante la ausencia y omisión del alcalde, que ha dejado a la ciudadanía sin protección.
