


De La Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- Mientras Córdoba se hunde —literalmente— entre socavones, calles colapsadas y obras inconclusas, el impugnado Manuel Alonso Cerezo, lavador del crimen organizado y operador del Cártel Inmobiliario, asegura con total cinismo que “no espera encontrar irregularidades” en la administración de Juan Martínez Flores.
De acuerdo con la revisión del ORFIS, el Ayuntamiento violó la Ley de Disciplina Financiera, destinando 333 millones de pesos a servicios personales. Juan Martínez infló la nómina arbitrariamente usando como pretexto la inflación, sin realizar el ajuste contable correspondiente.
El mismo informe revela que el Ayuntamiento maquilló la deuda pública: reportaron $44.9 millones, pero el pasivo real —según la SEFIPLAN y la SHCP— asciende a $47.4 millones, violó la Ley General de Contabilidad Gubernamental y el Código Hacendario Municipal.
Pero lo más evidente está en las calles que a diario debería recorrer, al ser ahí donde se observa el abandono, el deterioro y la corrupción con la que se ha gobernado. La pregunta que se hacen muchos cordobeses es: ¿Manuel Alonso no ve las condiciones en las que se encuentran las calles en Córdoba o le conviene quedarse callado porque es parte de la misma podredumbre que mantiene en estas condiciones a la ciudad?

