Pete Hegseth, secretario de Defensa de Estados Unidos, anunció que las bases militares Camp Atterbury en Indiana y la Base Conjunta McGuire-Dix-Lakehurst en Nueva Jersey podrían ser utilizadas para albergar temporalmente a migrantes detenidos. Según Hegseth, esta medida no afectará la preparación ni las operaciones militares en dichas instalaciones.
La propuesta fue comunicada a los miembros del Congreso de ambos estados, quienes fueron informados sobre el plan para enfrentar la creciente necesidad de alojar a inmigrantes detenidos. Esta medida surge en medio de la fuerte política migratoria del presidente Donald Trump, que ha impulsado arrestos masivos y deportaciones, incluso de personas sin antecedentes penales.
El incremento en detenciones ha llevado a las autoridades federales a buscar espacios adecuados para el alojamiento temporal de los migrantes. La utilización de bases militares refleja el esfuerzo del gobierno estadounidense por gestionar esta situación sin comprometer la capacidad operativa de sus fuerzas armadas.
Este anuncio vuelve a poner en el centro del debate la gestión migratoria en Estados Unidos, así como el uso de recursos militares para asuntos civiles.
