


De la Redacción
El Buen Tono
Río Blanco.- Calles destrozadas, baches por doquier, fugas de agua ignoradas, robos, homicidios y una creciente inseguridad forman parte de la herencia que dejará el alcalde, Ricardo Pérez García.
A eso se suman parques abandonados y una policía “de élite” que sólo existió en papel y en el presupuesto.
Durante su administración, los habitantes padecieron el abandono y fueron testigos del derroche de recursos en una estrategia de seguridad que nunca llegó a operar; millones de pesos destinados a una corporación “fantasma”.
Pero si el desastre administrativo no bastara, ahora el nombre de Ricardo Pérez vuelve a los reflectores por un escándalo de otra índole, la difusión de imágenes en las que el todavía alcalde aparece de joven bailando de forma provocativa y escasa ropa a una mujer a cambio de “100 pesitos”, en compañía de su primo Zenyazen Escobar García.
Se viralizaron comentarios que lo califican como “vividor de besos y caricias”, lo que añadió otra mancha a su deteriorada reputación. En tanto, los ciudadanos de Río Blanco siguen esperando explicaciones, obras terminadas y una administración que repare el caos. Algunos aseguran que, si alguien desea verlo, “basta con recorrer los restaurantes de Orizaba, donde suele despilfarrar su jugoso sueldo sin pudor alguno, es un sinvergüenza que saldrá de la administración millonario”.


