


Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- En un acto más de lo que parece ser una política municipal basada en el “donde ve la suegra y no donde se necesita”, el ayuntamiento decidió romper el recién estrenado pavimento de la esquina de Poniente 8 con Norte 10 para reparar el drenaje… sí, el drenaje que olvidaron cuando reencarpetaron hace menos de tres meses.
Vecinos no salen de su asombro y menos de sus casas, por el caos, al ver cómo trabajadores se instalaban en la calle, como si se tratara de una obra de teatro en segunda temporada: mismos actores, mismo escenario, pero ahora con más polvo y más tráfico. “No es posible, hace unas semanas celebraban que estaba lista la calle y ahora otra vez la rompen. ¿Eso es planeación? ¿O pura simulación?”, dijo una vecina frustrada, mientras intentaba esquivar los escombros con su bicicleta y evitar ser arrollada por un camión entre conos, trabajadores y resignación.
Además del enredo vial, comerciantes acusaron que hay pérdidas económicas. “Aquí lo que pasa es que los clientes no pueden entrar, no hay dónde estacionarse, no hay paso peatonal… y a nosotros nadie nos repone las ventas”, lamentó el dueño de una tienda de abarrotes.
La falta de coordinación y previsión provocó que una calle pavimentada con bombo y platillo termine en escombro. Los recursos invertidos se van por la coladera, literalmente.


