


De la Redacción
El Buen Tono
Orizaba.- En medio de un repunte de robos y delincuencia en la ciudad, la Policía municipal, que tanto ha sido presumida por el alcalde Juan Manuel Diez Francos, ha centrado sus esfuerzos no en combatir el crimen, sino en hostigar y extorsionar a trabajadores y comerciantes.
De acuerdo con testigos, los uniformados pasan más tiempo “correteando” a la gente humilde que se encuentra vendiendo en la vía pública o a trabajadores que se ganan la vida en construcciones, en lugar de perseguir a delincuentes.
“Para eso sí están buenos, para corretear a gente que se gana la vida trabajando, pero cuando se presenta un robo o se les llama para auxilio, ahí sí tardan en aparecerse”, criticaron.
Dijeron que, mientras Juan Manuel Diez Francos se jacta de tener una corporación eficiente, la realidad muestra que sus elementos no protegen a la ciudadanía, sino que se han convertido en un grupo de acoso sistemático contra quienes menos recursos tienen.
Denunciaron que, este tipo de abusos cometidos por los elementos de la Policía municipal no son nuevos, pues de manera constante los propios ciudadanos exhiben casos donde, quienes deberían velar por la seguridad de los orizabeños, únicamente detienen a cualquier persona con tal de sacarle dinero.


