


Por Redacción | El Buen Tono
Un gesto de amor terminó en una amarga lección financiera. Un hombre en Colombia decidió solicitar un préstamo bancario para pagar una liposucción a su esposa, con la esperanza de fortalecer su relación. Sin embargo, lo que comenzó como un acto de apoyo emocional terminó en ruptura amorosa y deuda bancaria.
Según medios locales, la mujer había expresado durante mucho tiempo su deseo de realizarse el procedimiento estético. Su pareja, en un acto que él consideró como una “inversión en su relación”, decidió costear la cirugía en una clínica privada. Durante la recuperación, el hombre continuó pagando puntualmente las cuotas del préstamo.
Pero dos meses después de la intervención, la historia dio un giro inesperado: la mujer terminó la relación y comenzó un nuevo vínculo sentimental con otra persona, dejando atrás no solo a su pareja, sino también la deuda que él aún debe cubrir.
El caso fue difundido ampliamente en redes sociales, en especial a través de la página de Facebook La Lengua Caribe, donde se ha generado un intenso debate sobre los límites entre el amor y las finanzas.
Este hecho, que se ha vuelto viral en toda Latinoamérica, pone sobre la mesa la importancia de establecer acuerdos claros en las relaciones, sobre todo cuando se trata de decisiones financieras de largo plazo. También ha provocado reacciones divididas: algunos usuarios aplauden la generosidad del hombre, mientras otros advierten sobre los riesgos de comprometer recursos económicos por amor.
Por ahora, el hombre continúa pagando solo la deuda, sin posibilidad legal de recuperar el dinero invertido en una relación que, tristemente, no sobrevivió al bisturí.


