


De la redacción
El Buen Tono
Orizaba.- A poco más de un año y medio de su inauguración, la Atalaya de Cristal, promovida como una de las obras más significativas del gobierno municipal, presentó fallas estructurales desde el pasado 27 de julio. Uno de los vidrios del piso se fracturó, pero en lugar de asumir posibles deficiencias de construcción, el alcalde Juan Manuel Diez Francos sugirió que se trató de un acto de sabotaje.
“Pensamos que a lo mejor alguien desde abajo pudo haber tirado con un rifle calibre .22, una bala muy chiquita que golpeó el cristal…”, declaró el presidente municipal el pasado 6 de agosto. En declaraciones anteriores también dejó abierta la posibilidad de que “algún vándalo” pudo haber dañado la estructura por la parte inferior.
Aunque el cristal ya fue reemplazado y el mirador nunca dejó de operar, exponiendo a los visitantes a graves riesgos, el alcalde insistió en traer a otro perito para esclarecer la causa.
La Atalaya de Cristal, ubicada en el cerro del Borrego, fue inaugurada en febrero de 2024. Fue construida por la empresa Grupo Constructo con una inversión de 7 millones 500 mil pesos provenientes del erario municipal.
A pesar de lo reciente de su edificación, el mirador ya evidenció fallas que la administración intentó minimizar desde el inicio. El propio alcalde reconoció que el daño fue detectado desde el domingo 27 de julio, pero en lugar de cerrar el lugar, sólo se modificó el recorrido para evitar la zona fracturada.
Como ha sucedido en otras ocasiones, Diez Francos evade responsabilidades, elude hablar de fallas en la obra y prefiere recurrir al discurso del enemigo externo, sembrando sospechas en el aire.


