


AGENCIAS
Atzompa.- Más de dos días después de la explosión de una pipa de gas LP de la empresa Burbugas en la comunidad de Tlaltzala, los habitantes siguen esperando que la compañía y su aseguradora respondan por los daños, calculados en más de 11 millones de pesos.
El alcalde Demetrio Cruz de Jesús apareció tardíamente ayer 9 de agosto. Su ‘solución’ para las familias que perdieron todo: simples despensas.
El accidente ocurrió alrededor de las 11:00 horas del pasado jueves 7 de agosto, cuando una fuga de gas provocó una fuerte explosión que destruyó viviendas, vehículos y dejó a una mujer en estado crítico.
María Elena Contreras, de 45 años, permanece en coma en el Hospital Regional de Río Blanco con quemaduras de segundo y tercer grado, además de daños internos por la inhalación de gas. Es madre de dos menores que dependen de ella.
Los habitantes, muchos de ellos hablantes de náhuatl, relataron cómo la onda expansiva arrasó con sus hogares.
“Todas nuestras cosas, muebles, trastes y ropa quedaron bajo los escombros. Nuestras gallinas murieron, y lo peor es ver a mi sobrina luchar por su vida”, dijo una de las afectadas entre lágrimas. Otra vecina mencionó que su casa de mampostería y lámina quedó completamente destruida.
QUE REPAREN
José Guadalupe Marcelino, juez auxiliar de Tlaltzala, explicó que, al detectar la fuga, lograron evacuar a tiempo, pero lamentó que ni Burbugas ni la aseguradora hayan acudido a evaluar los daños. “No pedimos dinero, sólo que reparen nuestras casas. Hasta ahora, nadie ha venido”, denunció.
Entre 11 y 13 familias resultaron afectadas, con al menos 20 viviendas dañadas. Además, la explosión calcinó un montacarga, dos camionetas, un vehículo particular y la pipa de gas.
Las despensas entregadas por el edil son apenas un parche indigno, que no resuelve la reconstrucción de viviendas, la reposición de herramientas de trabajo, el apoyo psicológico ni garantiza que la tragedia no se repetirá.


