


Tinta Ácida
El Buen Tono
Orizaba, Ver. — En el supermercado Fénix, propiedad de Juan Manuel Diez, los abusos contra los trabajadores son una constante. Habitantes señalaron que las cajeras pasan horas paradas porque el empresario “es muy agarrado” y no le pone ni siquiera una silla para descansar, mostrando total indiferencia por la salud y el bienestar de su personal.

La molestia también alcanzó el tema vial. Vecinos recordaron que Diez nunca quiso cambiar el sentido de la calle donde se ubica el Fénix, medida que sí aplicó en otras zonas. “Lo invitamos a que haga lo mismo para que sea piso parejo”, reclamaron los ciudadanos, dejando en claro que las decisiones solo favorecen a sus intereses.
Otro señalamiento fue el desorden con los camiones de carga. De acuerdo con los comentarios, estos descargan mercancía fuera del horario permitido y la autoridad nunca hace nada. “Ahí sí no dice nada… y ahorita no tardan los arrastrados en defenderlo”, expresaron con ironía los vecinos.

En conjunto, las quejas reflejaron que Diez actua con privilegios para su negocio y con desprecio hacia quienes trabajan y viven alrededor. Para la gente, el Fénix no es ejemplo de un buen servicio ni de respeto a la comunidad, sino un recordatorio de que el poder económico se impone sobre las reglas más básicas.

