De la redacción
El Buen Tono
Orizaba.- Una vez más, la mala planeación urbana expone a los ciudadanos a un peligro innecesario. En la zona del McDonald’s de la calle Real, la deficiente construcción de una banqueta provoca la formación de un enorme charco con cada lluvia, obligando a los peatones a descender a la calle para continuar su camino.
El problema no sería tan grave si se tratara de una vialidad de bajo tránsito, pero la calle Real concentra el paso de miles de automóviles diariamente, desde vehículos particulares hasta taxis y unidades de transporte público, convirtiéndose en una trampa latente para los transeúntes.
La situación se vuelve aún más peligrosa debido a que justo en ese punto se ubica una parada de autobuses. Esto significa que los ciudadanos tienen que caminar entre camiones en movimiento para evitar el encharcamiento, poniendo en riesgo no sólo su integridad física, sino su vida.
Habitantes de la ciudad señalaron que este problema no es nuevo, pero que la autoridad municipal ha ignorado las denuncias y no ha emprendido acciones correctivas. Criticaron que mientras se invierte en obras de ornato y en presumir la “ciudad de las aguas alegres” al turismo, lo más básico como son las banquetas seguras y funcionales, se deja en el abandono.
La falta de soluciones refleja no sólo la negligencia del ayuntamiento, sino también la indiferencia hacia peatones que día a día se enfrentan al dilema de mojarse los pies o arriesgarse a ser atropellados. Una banqueta mal hecha se ha convertido en un símbolo de la mala planeación y la falta de visión en Orizaba.
