Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.– Carencias, acoso laboral, renuncias de especialistas y una alarmante escasez de insumos son parte del deterioro que se vive al interior del Hospital General Córdoba-Yanga, situación que había sido sistemáticamente encubierta por el director Roberto Carlos García mediante informes alterados. Esta simulación fue desmantelada tras la visita sorpresa del titular de la Secretaría de Salud de Veracruz, Valentín Herrera Alarcón.
Médicos, enfermeras y personal administrativo, quienes solicitaron anonimato por temor a represalias de parte de Quetzal Rubén Portilla, operador cercano al director, denunciaron que los reportes enviados a la Secretaría no reflejan las condiciones reales del hospital, ocultando la falta de medicamentos, el mal estado del equipo médico y la tensión constante entre empleados y directivos.
La tarde del martes, el secretario de Salud irrumpió sin previo aviso en las instalaciones, recorrió áreas médicas y administrativas, y cuestionó duramente los informes entregados por García y Portilla, tras constatar que los datos estaban maquillados para aparentar un funcionamiento óptimo. Lejos de incomodarse, el personal celebró la llegada del funcionario estatal, quien fue recibido con aplausos por trabajadores que desde hace meses claman por atención real a la problemática. En contraste, los directivos quedaron expuestos por haber entregado reportes manipulados que ya no pudieron sostener ante su superior.
Tras descubrir tales anomalías, Valentín Herrera sostuvo un encuentro privado con el director del hospital. Al término de la reunión, personal médico comentó que Roberto Carlos García salió con la cara larga y visiblemente afectado, reflejando el golpe político y administrativo que representó ser exhibido en plena jornada laboral.
