


De la redacción
El Buen Tono
La oficina de Bienestar en Córdoba enfrenta acusaciones de encubrimiento, favoritismo y abuso de poder. Según colaboradores, Óscar Carmona Oropeza, director regional, ha protegido a su personal afín e intervenido para que incidentes que comprometen la imagen de la institución no trasciendan, consolidando un patrón de impunidad y respaldo político, como el del senador Manuel Huerta y del delegado federal en el estado, Juan Javier Gómez Cazarín. Además, se señala que sus decisiones priorizan intereses personales por encima del correcto funcionamiento de la delegación.
Asimismo, en varias decisiones polémicas, un trabajador identificado como Gerardo, quien ha sido señalado en varias ocasiones como “de confianza” del mismo Carmona Oropeza, ha participado directamente en acciones que evidencian la falta de ética administrativa y el manejo opaco de recursos. Esto ha generado un ambiente laboral donde predomina el miedo y la sumisión, dejando de lado la transparencia que debería caracterizar a la dependencia.
En ese mismo tenor, señalaron que a inicios del mes pasado se suscitó un accidente en el que estuvieron involucrados cuatro vehículos y que dejó a una mujer gravemente lesionada. Sin embargo, en dicho suceso estuvo presente personal de la dependencia.
“La camioneta Ram, en color blanco, que chocó es de la oficina y era conducida por Jesús, quien trabaja aquí y es sobrino de Gerardo, ambos protegidos por el mismo Óscar”, explicaron trabajadores.

