


De la Redacción
El Buen Tono
Fortín.- Tras el mantenimiento que le dieron a la carretera federal México-Veracruz, tramo Ixtaczoquitlán-Fortín, el agua empezó a escurrir y las piedras a desprenderse, ahora temen deslaves de gran magnitud.
Durante años, los usuarios de dicha vía de comunicación, manifestaron de manera insistente su preocupación por las condiciones en las que se encuentra.
Como respuesta, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte (SICT), a través de la oficina de Conservación de Caminos con sede en Veracruz Puerto, realizó recientemente el desazolve de las cunetas en el tramo Ixtaczoquitlán-Fortín.
Sin embargo, dicho mantenimiento, que no se llevaba a cabo desde hace al menos seis años, dejó al descubierto un riesgo aún mayor.
La maleza que antes cubría el talud funcionaba, de manera natural, como un muro de contención.
Tras su limpieza, hoy es evidente que se trata de un terreno por donde escurre agua, la cual anteriormente se canalizaba mediante estructuras de concreto.
Apenas unas horas después de la intervención, ya se observan piedras desprendiéndose y rodando hacia la carpeta asfáltica, impulsadas por la gravedad.
Alarma
La inquietud principal es que el agua está debilitando el terreno, lo que podría provocar en poco tiempo deslaves de gran magnitud.
En el mejor de los casos, estos bloquearían el camino; en el peor, pondrían en grave riesgo a los usuarios, entre ellos motociclistas, automovilistas y transportistas de carga pesada.
Vecinos de la zona acompañaron a la cuadrilla de supervisión en un recorrido, durante el cual se reconoció la problemática y se notificó a los superiores correspondientes.
Por ello, resulta inaceptable que, teniendo pleno conocimiento del peligro, las autoridades se limiten a acciones superficiales que no solucionan el origen del problema.
De acuerdo con los habitantes, existen oficios y comunicaciones en las que el director del Centro SICT en Veracruz ha sido informado y tomó decisiones.
No obstante, hasta la fecha la única acción visible ha sido limpiar cunetas, mismas que de inmediato vuelven a obstruirse con los constantes derrumbes.
Corruptos
México no puede seguir lamentando tragedias evitables ocasionadas por la omisión o tardanza de sus autoridades, lo que también es corrupción. Es momento de actuar con seriedad, responsabilidad y eficacia, a fin de prevenir un desastre.

