De la Redacción
El Buen Tono
Según la columna publicada por Mario Maldonado en El Universal, La reciente captura y entrega de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco, está generando un terremoto político que trasciende fronteras estatales. Lo que comenzó como un expediente por delincuencia organizada, extorsión y robo de hidrocarburos, ahora involucra una lista de 32 nombres de presuntos testigos colaboradores que podrían tener implicaciones políticas y económicas de alto nivel.
Entre los señalados aparecen figuras como el exgobernador y actual coordinador de Morena en el Senado, Adán Augusto López, el diputado Jaime Lastra Bastar, y José Ramiro López Obrador, secretario de Gobierno de Javier May. También figuran notarios y empresarios de relevancia local, lo que ha encendido las alarmas sobre posibles redes de complicidad en la administración pública.
La Fiscalía General de la República (FGR) sostiene que los delitos atribuibles a Bermúdez podrían sumar más de un siglo de prisión. La audiencia inicial se reanudará el próximo martes, donde se definirá si se le vincula a proceso como líder del grupo señalado de extorsión y robo de hidrocarburos, conocido como La Barredora.
Además, el caso ha coincidido con la atención mediática sobre negociaciones financieras de empresas como TV Azteca y la venta de clubes de la Liga MX, donde fondos internacionales han mostrado interés por capitalizar el mercado futbolístico en México, generando un ambiente de reacomodo económico y mediático.
Mientras tanto, la presidenta Claudia Sheinbaum asegura que el gobierno irá hasta el fondo en este y otros casos de corrupción, mientras el escándalo político sigue escalando y pone a prueba la estabilidad del partido en el poder en Tabasco y más allá.
El caso Bermúdez Requena se perfila como un punto de inflexión en la política y la justicia tabasqueña, con posibles repercusiones en los ámbitos estatal y federal, y con un ojo puesto en la opinión pública que sigue de cerca cada movimiento.
