José Juan López
El Buen Tono
Fortín.- La Unidad Médica del DIF opera en condiciones críticas, denunciaron trabajadores del lugar, quienes pidieron el anonimato por temor a represalias, “hay desvió de recursos. Además de que el alcalde, Gerardo Rosales Victoria, protege a una funcionaria que provocó desorden administrativo y ejerce acoso laboral”.
Aseguraron que los ingresos diarios del kiosco se utilizan indebidamente para financiar el proceso de impugnación electoral que sigue el edil, por lo que sacrifica el funcionamiento del área médica, a fin de sostener su proyecto político.
Según trabajadores del lugar, la encargada de la Unidad Médica del DIF, Rosaura García, provocó la salida de varios médicos que se negaron a seguir trabajando bajo su mando. Actualmente, sólo un médico atiende en el turno vespertino, ya que los demás renunciaron por el trato autoritario, los constantes gritos y la falta de sensibilidad hacia los pacientes.
“Hasta los doctores están hartos, nadie la aguanta y nadie la frena”, expresaron.
Las denuncias también apuntan al mal manejo de recursos destinados a medicamentos, material de curación y traslados de emergencia, que no se aplican de manera transparente ni llegan a quienes realmente los necesitan.
Precisaron que removieron a paramédicos por negarse a cumplir órdenes que ponen en riesgo la atención médica.
Mientras tanto, la encargada impone decisiones que limitan el auxilio oportuno.
Trabajadores aseguran que el alcalde, Gerardo Rosales Victoria, protege a la funcionaria, lo que demuestra un patrón de encubrimiento y negligencia.
Acusaron que se utiliza dinero público con fines personales y se coloca a personal sin preparación, lo cual pone en riesgo la salud de la población que acude al sitio.
