


Laura A. García
El Buen Tono
Coetzala.- El alcalde, Alejandro García Hernández; el regidor Único y el secretario del ayuntamiento retuvieron ayer de forma ilegal a la síndica, Clementina Yolanda Coyohua, en un intento para obligarla a firmar la Cuenta Pública de agosto; además ejercieron presión psicológica en su contra.
Lo anterior ocurrió durante la sesión ordinaria de cabildo, cuando la funcionaria solicitó examinar las facturas y el destino de los recursos públicos, luego de que detectó irregularidades en el manejo del presupuesto del municipio.
Lo anterior, explicó, beneficia al alcalde y a otros funcionarios.
Sin embargo, lejos de atender su petición, una facultad legal inherente a su cargo, especialmente como miembro de la Comisión de Hacienda, la situación llegó a un intento de coacción.
“Solicité los estados financieros para cotejar las facturas y verificar el destino de los recursos antes de firmar, como es mi obligación. Detecté movimientos que sugieren un desvío”, declaró Coyohua en entrevista.
Presión
Ante la negativa de proporcionarle los documentos para que ella pudiera rubricarlos, el presidente municipal, Alejandro García Hernández, instruyó al secretario del ayuntamiento, Navor Iván García Sánchez, para que levantara un acta especial.
Dicho documento, según denunció la Coyohua, además de certificar su solicitud, incluyó acusaciones falsas, como que ella quería “sustraer” los papeles oficiales, algo que descartó, “sólo querían acusarme”.
“Quería revisarlos, nunca llevármelos. Ese señalamiento es falso, busca desprestigiarme y crear un pretexto para invalidar mi auditoría”, afirmó.
La situación llegó a su punto más crítico cuando se le impidió salir de la sala de Cabildo y le cerraron la puerta.
“Me sentí privada de mi libertad. Me impidieron salir, insistían una y otra vez en que tenía que firmar, que no me fuera. No puedo avalar unas cuentas que revisé”, relató.
Dicha táctica, denunció, constituye un atropello a sus derechos como funcionaria pública electa y vulnera las funciones fiscalizadoras que la ley le confiere al cargo de síndico.
El incidente pone en evidencia una grave crisis de transparencia y de respeto a la división de poderes dentro del ayuntamiento.
La síndica, cuya función primordial es la vigilancia de los recursos públicos, fue obstaculizada e intimidada por ejercer dicha atribución, aunque firmó los estados financieros, dejó sin su rúbrica el acta de cabildo.
La negativa para mostrar la información financiera y la posterior coacción generan dudas fundadas sobre el manejo de los recursos en Coetzala y establecen un precedente peligroso para la función fiscalizadora en el estado.
Se espera que la síndica interponga formalmente las denuncias penales y administrativas correspondientes por los delitos de privación ilegal de la libertad y abuso de autoridad, en los que también estuvo inmiscuidos el regidor Único, Marciano Colohua Coyohua, mientras que los ciudadanos exigen una explicación clara del alcalde García.

