SANDRA GONZÁLEZ
EL BUEN TONO
Orizaba.– En las festividades dedicadas a San Miguel Arcángel, los artesanos de la diócesis de Orizaba impulsan un cambio ecológico significativo.
Más de 70 artesanos provenientes de San Juan Texhuacán elaboran los tres arcos monumentales de la Catedral utilizando acero en lugar de la tradicional madera, con el propósito de minimizar el impacto ambiental.
Luis Enrique Tzanahua Tepole, responsable de la instalación de los arcos este año, explicó que inicialmente consideraron usar al menos 32 docenas de piezas de madera, una cantidad que representaba un daño considerable para los bosques locales. “Este cambio no solo es práctico, sino también una forma de reconocer que la naturaleza no debe seguir siendo sacrificada para mantener una tradición”, afirmó.
El diseño conserva la grandiosidad característica de los arcos, adornados con flores de cucharilla traídas desde Santa María Guerrero, Puebla. Sin embargo, este año la técnica se modifica: en lugar de utilizar semillas, optan por pinturas que garantizan mayor durabilidad en los detalles.
El arco principal está dedicado a San Miguel Arcángel, mientras que los laterales representan a San Juan Bautista y otros símbolos propios de la vida serrana. Así, el arte efímero de esta celebración se convierte en un recordatorio de que las tradiciones pueden evolucionar sin comprometer los recursos naturales. Más allá de la festividad religiosa, la iniciativa de los artesanos de San Juan Texhuacán transmite un mensaje claro: preservar el entorno es también una forma de ofrenda y devoción.
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