


Efraín Hernández
El Buen Tono
CÓRDOBA.- Trabajadores de los programas federales del Bienestar en la zona de Córdoba fueron obligados a compartir una imagen de Juan Javier Gómez Cazarín con el mensaje: “En este perfil apoyamos a Juan Javier Gómez Cazarín, no a las difamaciones”, y enviar evidencia a Josué Corona Vela, encargado de Recursos Humanos, bajo amenaza de un “castigo ejemplar” en caso de incumplimiento.
La campaña, que busca mostrar un respaldo fabricado, surge tras los señalamientos en su contra por difusión de pornografía y acoso sexual mediante redes sociales. Gómez Cazarín, quien además es padrino político de Vania López, ha sido señalado por sus propios subordinados de compartir imágenes personales con amistades. La operación fue coordinada directamente por Óscar Carmona Oropeza, delegado regional en la zona de Córdoba.
La maniobra viola los derechos laborales y la neutralidad institucional, forzando a los empleados a participar en actividades políticas que nada tienen que ver con su labor social. Quienes se resistan enfrentan represalias, cambios arbitrarios de adscripción o incluso despidos disfrazados.
Algunos trabajadores, bajo condición de anonimato, calificaron la orden como “humillante” y denunciaron un ambiente laboral hostil. Aseguraron que quienes expresan desacuerdo son vigilados de cerca, marginados o removidos de sus puestos sin explicación formal.
El uso faccioso de la dependencia evidencia corrupción y autoritarismo en la oficina regional, donde los programas sociales, destinados a los más vulnerables, han sido convertidos en herramienta de propaganda y protección personal del delegado regional.

