AGENCIA
CDMX.- La figura del coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Adán Augusto López Hernández, vuelve a colocarse en el centro del escándalo tras nuevas revelaciones que exhiben sus presuntos vínculos con personajes ligados al crimen organizado durante su paso por cargos públicos y como notario en Tabasco.
Documentos entregados a la Cámara de Diputados por la diputada suplente María Elena Pérez-Jaén, en el marco de una solicitud de juicio político, revelan que entre 1998 y 2001, cuando López Hernández era titular de la Notaría 27 en Tabasco, formalizó la creación de empresas a nombre de Humberto Bermúdez Requena, hermano de Hernán Bermúdez, alias Comandante H, señalado como líder del grupo criminal La Barredora. Las empresas constituidas -Gravera Río Puxcatán y Rager de Tabasco, S.A.- obtuvieron posteriormente contratos públicos y permisos federales mientras Adán Augusto ocupaba cargos en el gobierno estatal.
La acusación no se queda ahí. Pérez-Jaén advirtió que, a pesar de múltiples informes de inteligencia militar que desde 2019 alertaban sobre las actividades ilícitas de Hernán Bermúdez, el entonces gobernador de Tabasco y posteriormente secretario de Gobernación en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, omitió cualquier acción en su contra y lo mantuvo al frente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del estado.
Los reportes del Centro Regional de Fusión de Inteligencia (Cerfi) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) detallan el involucramiento de autoridades estatales en delitos como robo de hidrocarburos y nexos con grupos delictivos. El informe número 92, fechado el 2 de febrero de 2021, menciona la posible complicidad de funcionarios estatales en actividades criminales, señalando directamente a Bermúdez Requena. Otro documento, del 22 de febrero del mismo año, vincula a miembros del crimen organizado con el robo ilícito de combustibles en la entidad.
Incluso un informe del 25 de febrero de 2021 expone la relación directa entre el grupo criminal Los Panteras y el entonces secretario Bermúdez, quien habría facilitado actividades delictivas en municipios como Huimanguillo y Cárdenas.
La revelación más grave surge de documentos filtrados por el colectivo Guacamaya, en los que se menciona que el 22 de marzo de 2021, cinco meses antes de que Adán Augusto asumiera la Secretaría de Gobernación, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó investigar las actividades ilícitas de Bermúdez Requena. A pesar de ello, no hubo investigaciones efectivas ni sanciones, evidenciando la permisividad del gobierno morenista ante la infiltración del crimen organizado.
Este caso exhibe, una vez más, cómo Morena y sus figuras clave no solo han tolerado, sino que han facilitado el avance de estructuras criminales desde el poder. La protección a personajes señalados por inteligencia militar, la entrega de contratos a empresas vinculadas con redes delictivas y la omisión de responsabilidades por parte de funcionarios federales ponen en entredicho el discurso oficial de combate a la delincuencia.
Mientras el presidente López Obrador insiste en que su administración ha “separado al crimen del poder”, casos como el de Adán Augusto López demuestran que, en realidad, las fronteras entre la política y la delincuencia en el obradorismo son cada vez más difusas.
Solo los estultos dirán que no lo sabían, si AMLO lo dijo claramente, que el sabía TODO, ¿para qué darle vuelta? En EU también deben saber todo.
Morena es la secta de los socavones y de las idioteces, qué pena de personajes ignorantes y no se diga en la SCJN son tan burros, ¡que lo único que les falta es rebuznar!
Construyó toda una empresa criminal al amparo de AMLO. Solo queda ver si Bermúdez Requena lo arrastra con él o se nos muere el cómplice antes de dar su declaración.
