Nayeli Ríos
El Buen Tono
Córdoba, Ver.– A casi cinco años de haberse anunciado con bombo y platillo, el paso a desnivel en la zona de La Estación continúa siendo un elefante blanco. Esta obra, que representó una inversión superior a los 75 millones de pesos, se ha convertido en símbolo de corrupción, malos manejos y complicidad política.
En septiembre de 2020, el entonces Ayuntamiento informó sobre el arranque del proyecto con 30 millones de pesos de recursos municipales en su primera etapa. Posteriormente, el Cabildo autorizó 28 millones adicionales, además de la participación del consorcio Grupo México Transportes. Lejos de concluirse con transparencia y calidad, la construcción derivó en un cúmulo de irregularidades que evidencian la falta de planeación y control.
El paso a desnivel presenta un diseño deficiente que lo ha convertido en una trampa para los conductores. En 2022, se registró una carambola en la que un taxista quedó atrapado en su unidad y estuvo a punto de perder la vida; fue rescatado por cuerpos de auxilio con las llamadas “pinzas de la vida”, evidenciando los riesgos de circular por la obra. A ello se suman los frecuentes encharcamientos: cuando llueve, las filtraciones en las paredes provocan corrientes internas que semejan una cascada.
El problema también afecta a unidades pesadas. A pesar de que por sus dimensiones los tráileres y vehículos altos no deberían circular, en varias ocasiones han ingresado y terminado atorados dentro del paso a desnivel, generando caos vial y exponiendo a los conductores a accidentes.
La omisión más grave recae en el presente Ayuntamiento. Durante esta administración, el alcalde Juan Martínez Flores, la síndica Vania López González y la regidora tercera Georgina Aguilar Sánchez, responsables de la Comisión de Hacienda y Obras Públicas, no solo han solapado las anomalías heredadas, sino que en casi cuatro años de gestión nunca emprendieron acciones firmes para resolver el problema.
