Laura A. García
El Buen Tono
Amatlán.- La tormenta que se registró el domingo pasado dejó al descubierto las graves carencias de la infraestructura pluvial del municipio, lo que ocasionó que las oficinas del DIF Municipal se inundaran.
También viviendas de la cabecera municipal y de algunas congregaciones resultaron anegadas.
El incidente provocó la suspensión de los servicios del organismo, lo que afectó a familias que requieren atención.
Las intensas lluvias superaron la capacidad de drenaje en el Centro y congregaciones.
El agua, al no encontrar salida adecuada, anegó calles aledañas y terminó por filtrarse e inundar las oficinas del DIF local.
El problema del DIF se atendió hasta ayer, lo que obligó al cierre inmediato de las instalaciones para evaluar daños en equipos, archivos y mobiliario, además de hacer limpieza en general.
Lo que podría leerse como un simple percance climático es, para los vecinos, la materialización de una crítica recurrente.
Por meses, diferentes sectores de la población alertaron sobre la falta de un programa de limpieza de alcantarillado y la insuficiente construcción de tragatormentas en puntos críticos del municipio y de Peñuela, donde vehículos no podían pasar por el lugar conocido como La Cantera porque el agua alcanzó un metro sobre el suelo.
Habitantes denunciaron que el alcalde, Luis Arturo Figueroa Vargas, tenía el poder y los recursos para actuar, pero optó por la omisión, lo que también es corrupción, y esto también afectó a una oficina de su gobierno municipal.
