


Efraín Hernández
El Buen Tono
Fortín.- La corrupción del presidente municipal, Gerardo Rosales Victoria, se refleja en los parques y jardines que están sin ampliaciones ni mantenimiento adecuado, mientras la autoridad permite la instalación de carpas y de vendedores ambulantes para que le generen ingresos, aunque afecta a los negocios establecidos.
El parque principal, que debería ser un lugar de recreación para la comunidad, se convirtió en un lugar que les rentan a vendedores ambulantes.
La falta de control y mantenimiento evidencia que la administración prioriza el beneficio particular por encima de las necesidades de los habitantes, hace que los espacios públicos se degraden.
Se observa que el alcalde busca sacar dinero de cualquier fuente, incluyendo los parques y jardines, para sostener su círculo de corrupción.
En lugar de invertir en infraestructura y mejorar los servicios, se centra en lucrar con espacios que pertenecen a la población, agravando la desigualdad y el desorden en el municipio.
En consecuencia, Fortín no avanza. Pese al aumento de su población, el alcalde se niega a construir más parques y jardines, como debería de ser porque todo se roba, dijeron habitantes.

