De la Redacción
El Buen Tono
Tuxpan, Veracruz, 8 de octubre de 2025.— La violencia volvió a estremecer al norte del estado la tarde de este miércoles, cuando un grupo armado irrumpió en el interior del hotel El Dorado, ubicado sobre la avenida Cuitláhuac, en la colonia Azteca, y asesinó a tres personas, dejando además dos heridos de gravedad, en un ataque que evidencia el deterioro de la seguridad pública en la región.
De acuerdo con testigos, el ataque ocurrió poco después de las 17:00 horas, cuando los agresores ingresaron directamente a las habitaciones del inmueble, disparando de forma selectiva y certera contra sus objetivos. En cuestión de segundos, el hotel se convirtió en una escena de horror: casquillos percutidos, cuerpos tendidos en el suelo y huéspedes atónitos que buscaban refugio entre gritos y confusión.
Investigación apunta a un ataque dirigido
Fuentes ministeriales informaron que los atacantes actuaron con precisión y conocimiento previo de las víctimas, lo que refuerza la hipótesis de que se trató de una ejecución planeada y no de un enfrentamiento fortuito. Los agresores, que presuntamente se desplazaban en dos vehículos, lograron escapar antes de que arribaran las fuerzas de seguridad.
Al sitio acudieron elementos de la Policía Municipal, Fuerza Civil, Guardia Nacional y de la Secretaría de Marina, quienes acordonaron la zona y desplegaron un operativo en los alrededores. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no se reportan detenciones.
Un puerto bajo presión del crimen organizado
En los últimos meses, Tuxpan ha sido escenario de un preocupante repunte de hechos violentos, entre ellos ejecuciones, levantones y extorsiones, pese a los mensajes oficiales que aseguran que la ciudad “permanece en calma”. De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el municipio ha registrado un incremento del 35% en delitos de alto impacto durante 2025, principalmente homicidios dolosos.
Analistas en seguridad señalan que Tuxpan se ha convertido en un punto estratégico para distintas estructuras del crimen organizado debido a su ubicación costera, su puerto marítimo y su conexión directa con el corredor energético del norte veracruzano.
“Este tipo de ataques demuestran el nivel de control territorial que mantienen los grupos armados. La impunidad y la falta de respuesta oportuna solo fortalecen su presencia”, señaló un especialista consultado.
Silencio oficial y temor ciudadano
Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado no ha emitido información oficial sobre los posibles móviles del ataque ni la identidad de las víctimas. En contraste, comerciantes y vecinos de la zona exigieron mayor vigilancia, denunciando que los hechos violentos se han vuelto parte de la vida cotidiana.
“Ya no se puede trabajar tranquilo. Aquí todos saben quiénes mandan, menos las autoridades”, comentó un habitante de la colonia Azteca que pidió mantener el anonimato.
Una violencia que no cede
La masacre en el hotel El Dorado se suma a una larga lista de crímenes recientes en la zona norte del estado, donde municipios como Poza Rica, Tihuatlán y Álamo han registrado ataques similares. La constante: operativos tardíos, ausencia de detenidos y una narrativa oficial que minimiza la gravedad de la crisis.
Mientras tanto, tres familias tuxpeñas lloran la pérdida de sus seres queridos y los sobrevivientes del atentado permanecen hospitalizados bajo resguardo policial. En los pasillos del poder, la violencia vuelve a archivarse en otro comunicado sin responsables ni justicia.
