


DE LA REDACCIÓN
EL BUEN TONO
Orizaba.– Comerciantes informales de la calle Oriente 5 fueron desalojados en un operativo desproporcionado desplegado por el Ayuntamiento de Orizaba. A pesar de que las autoridades calificaron la acción como “pacífica”, el despliegue de 10 patrullas y al menos 20 elementos policiales evidenció un claro mensaje de intimidación y violencia institucional.
El gobierno municipal, encabezado por Juan Manuel Diez, volvió a actuar en contra de los más vulnerables. Sin ofrecer espacios alternativos ni soluciones dignas, optó por imponer el miedo como política pública. Lejos de aplicar justicia administrativa, este operativo representa un claro acto de represión hacia quienes sólo buscan ganarse la vida de manera honrada.
Mientras se entregan espacios exclusivos a grandes negocios privados, se reprime a los pequeños comerciantes que, día a día, luchan por sobrevivir.
El contraste es grande: blindaje total para las élites económicas y acoso para quienes trabajan honradamente.
Las decisiones del Ayuntamiento dejan claro que no existe voluntad política de apoyar al comercio popular, ni de construir una ciudad verdaderamente incluyente.
El llamado a seguir “versiones oficiales” no puede esconder el impacto humano y económico de estas acciones autoritarias, que no sólo destruyen el sustento de familias enteras, sino que también revelan un modelo de gobierno que margina, excluye y reprime.

