


Tinta Ácida
EL BUEN TONO
Cuitláhuac, Ver.- Más de tres años de basura, maleza y descuido pasaron para que el Ayuntamiento de Martín Rico decidiera, sacar la basura del panteón municipal justo cuando su administración está por terminar.
Tras varias quejas el personal de Limpia Pública y de Ecología se vio obligado a realizar labores de limpieza. Los habitantes aseguran que se trata de una acción tardía, superficial y motivada por el cierre de gestión, no por respeto a los difuntos.
“Espero que hayan retirado toda la basura, porque luego solo la vuelven a tirar cerca de la tumba de mi mamá y no podemos ni pasar”, reclamó una vecina. Otro habitante fue más directo: “Ojalá ya hayan quitado la basura de la tumba de mi padre; si no, tendremos que exigirles otra vez, porque en todo el año no hicieron nada”.
Durante meses, el panteón lució lleno de desechos, hierba crecida y restos de basura que convertían el lugar en un foco de infección. Los reclamos vecinales fueron ignorados por el alcalde, quien prefirió dejar correr el tiempo antes de actuar.
La limpieza de última hora no borra tres años de abandono. El panteón de Cuitláhuac no necesitaba escobas, sino voluntad política. Los ciudadanos lo tienen claro: El gobierno de Martín Rico no limpió por respeto a los muertos, sino por miedo a las críticas que seguirán persiguiéndolo después de dejar el cargo.


