De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba. — La Fiscalía Regional, encabezada por el fiscal adscrito Rubén Ortiz Reyes, parece haberse convertido en un instrumento al servicio de los caprichos de Pedro Schettino.
El funcionario se ha dedicado a solicitar una infinidad de audiencias con argumentos fabricados, todo para cumplirle los berrinches a quien, desde hace cinco años, ha sostenido un juicio absurdo contra dos hermanos cordobeses.
El conflicto se originó durante una reunión, en la que Macario Schettino —hijo de Pedro— se comportó de manera prepotente, provocando a varios asistentes hasta que finalmente se topó con quienes no se dejaron y lo pusieron en su lugar con un par de empujones. Lo que debió quedarse como un pleito sin consecuencias —sin un solo rasguño— fue convertido por Pedro Schettino, con ayuda de abogados, médicos amigos y testigos a modo, en una farsa judicial. Fabricaron fracturas, inventaron daños psicológicos, y han intentado posicionar a su hijo como víctima, cuando es de sobra conocido por acudir a todos los antros de la región con la soberbia y el exceso que le permite el dinero de su padre. De acuerdo con información proporcionada a esta redacción, el empresario Schettino ha presionado de todas las formas posibles para obtener prisión preventiva en contra de los dos jóvenes, aunque hasta ahora ningún juez ha cedido ante sus influencias, lo indignante es el papel del fiscal Ortiz Reyes, quien, con descaro y complicidad, solicita audiencias cada quince días, desgastando el tiempo y los recursos del Poder Judicial, mientras existen verdaderos casos que merecen atención.
Ex compañeros y allegados a la familia aseguran que Pedro Schettino es un hombre acostumbrado a resolverlo todo con dinero, convencido de que puede torcer la ley a su conveniencia.
Sin embargo, la sociedad cordobesa observa con creciente indignación cómo se utiliza la Fiscalía para intereses personales y venganzas privadas, quizá lo que debería hacer Pedro Schettino no es seguir “billeteando” al fiscal en turno, sino invertir su fortuna en la educación y valores de su hijo, en lugar de continuar con esta vergonzosa persecución que exhibe el rostro más corrupto de la justicia local.
