Laura A. García
El Buen Tono
Yanga.- Luego de que los vecinos de Palmillas se manifestaron en las oficinas de la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV), y en el pozo de la localidad, la dependencia colocó una bomba que tenía guardada desde hace un año para por fin retirar la que parchaban constantemente y tenía sin suministro a los ciudadanos desde hace seis meses.
El día de ayer, la paciencia de los usuarios se agotó, por lo que decenas de vecinos mantuvieron un bloqueo en demanda de un servicio del que carecían.
La protesta, lejos de ser un acto espontáneo, fue la culminación de una larga espera marcada por la desatención y lo que los manifestantes calificaron como “grave engaño”.
Exigieron una solución permanente y funcional, no la entrega esporádica de agua a través de pipas que, aseguran, sólo sirve para “tomarse la foto” y simular una respuesta que no resuelve el problema de fondo.
«Estamos hastiados de las promesas. Algunos de nosotros hemos pagado puntualmente nuestro abasto anual y a cambio no recibimos ni una gota de agua. ¿Dónde está nuestro dinero? ¿Dónde está el servicio?», cuestionó una vecina.
La situación se agravó por la burocracia y la inoperancia de la dependencia.
De acuerdo con los manifestantes, desde julio del año pasado presentaron formalmente la documentación para solicitar una solución técnica al problema de desabasto que padecen.


