De la redacción
El Buen Tono
En medio de la polémica que atraviesa la monarquía británica, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se pronunció sobre la situación de Andrés Mountbatten-Windsor, anteriormente conocido como príncipe Andrés, quien fue despojado de sus títulos y honores reales.
Durante un encuentro con periodistas a bordo del Air Force One, Trump calificó el caso como “algo terrible” para la familia real británica y expresó que lamenta lo ocurrido. Las declaraciones del mandatario estadounidense se difundieron a nivel internacional pocas horas después de hacerse públicas.
El Palacio de Buckingham confirmó días atrás que Andrés perdería su tratamiento de príncipe y todos sus títulos honoríficos, entre ellos el de vicealmirante, otorgado en 2015. La medida fue respaldada por el secretario de Defensa del Reino Unido, John Healey, y por el rey Carlos III.
Tras esta decisión, Andrés pasó a ser identificado únicamente como Andrés Mountbatten-Windsor. Además, deberá abandonar Royal Lodge, su residencia en Windsor, donde ha vivido por más de dos décadas junto a su exesposa, Sarah Ferguson. De acuerdo con medios británicos, se mudará a una vivienda privada dentro de la finca real de Sandringham.
El caso volvió a ocupar la atención pública tras la publicación póstuma de las memorias de Virginia Giuffre, Nobody’s Girl, donde se incluyen señalamientos en contra de Andrés por hechos ocurridos cuando ella era menor de edad.
Fuentes cercanas al Palacio indicaron que el rey Carlos III busca mantener a la institución alejada de las repercusiones del caso y preservar la imagen de la familia real británica.
