Tania López
El Buen Tono 
Fortín.- La sospecha de la autorización para instalar una nueva gasolinera en la plaza Shangri-La, con el aval del alcalde, Gerardo Rosales Victoria, generó inquietud, indignación y molestia entre los ciudadanos.
Indicaron que el proyecto se llevará a cabo a pesar de que en esa misma zona ya opera una estación dentro del estacionamiento de un centro comercial.
La posibilidad de otro punto de venta de combustible en un área saturada generó reclamos por el riesgo ambiental y vial que implicaría.
Además de la sospecha de que el edil continúa favoreciendo intereses privados y financieros sin considerar la opinión de la población.
Trabajadores del sitio confirmaron que hay movimiento de maquinaria, lo que refuerza la versión de que la construcción avanza con el respaldo del ayuntamiento, mientras el alcalde permanece indiferente ante la inconformidad social.
Habitantes denunciaron que Gerardo Rosales Victoria sigue actuando con opacidad, otorgando permisos a discreción y sin presentar estudios técnicos ni consultas públicas, lo que convirtió su administración en sinónimo de abuso, favoritismo y falta de transparencia.
Acusaron que sólo él y su círculo cercano se favorecen económicamente de la situación, “como ya se va quiere llevarse lo más que se pueda para evitar volver a ser pobre”.
					
				

