De la redacción
El Buen Tono
La Paz, Bolivia.- Este sábado, el centroderechista Rodrigo Paz tomó posesión como presidente de Bolivia, marcando el fin de casi dos décadas de gobiernos socialistas. Ante legisladores y delegaciones internacionales, Paz, de 58 años e hijo del expresidente Jaime Paz (1989-1993), juró su cargo bajo el lema “Dios, familia y patria: ¡Sí, juro!”. La ceremonia se realizó en la plaza Murillo bajo un intenso aguacero y contó con la presencia del vicepresidente Edmand Lara.
El nuevo mandatario, vencedor del balotaje de octubre con el Partido Demócrata Cristiano y con casi el 55% de los votos, hereda un país con inflación del 19% y escasez de dólares y combustibles. Su gobierno se enfrentará al desafío de implementar un programa más pro-mercado, que incluye recortar subsidios a combustibles y fomentar un “capitalismo para todos” con formalización, alivios tributarios graduales y menos trabas burocráticas.
Con un Movimiento al Socialismo (MAS) casi desaparecido del mapa político, el Ejecutivo deberá construir coaliciones legislativas para aprobar ajustes y reformas productivas. Sin embargo, sindicatos y movimientos sociales con capacidad de protesta seguirán siendo un factor a considerar en las primeras decisiones del gobierno de Paz.
En el ámbito internacional, el mandatario anunció que buscará fortalecer vínculos comerciales y financieros, especialmente en energía, litio, gas y agroindustria, y explorará mecanismos de financiamiento sin condicionalidades estrictas, así como una posible reforma del mercado cambiario para mejorar la disponibilidad de divisas.
Más de 50 delegaciones internacionales estuvieron presentes en el acto, incluyendo a líderes como Gabriel Boric, Javier Milei y Yamandú Orsi, y al vicecanciller estadounidense Christopher Landau, en un momento que refleja la proyección de Bolivia hacia una apertura económica y política bajo la nueva administración.
