Sandra González
El Buen Tono
*Por operar al margen de la ley y someter a los locatarios a un régimen de extorsión y despojo.
Orizaba, Ver.- La bravuconería en el poder tiene nombre y apellido: Fernando Trueba Coll, coordinador de Comercio del Ayuntamiento de Orizaba, y Laura Sánchez Hernández, administradora del mercado Emiliano Zapata. Ambos son señalados de orquestar un sistema de cobros ilegales, extorsión y despojo arbitrario de locales, acciones que han llevado a locatarios y una líder social a interponer denuncias formales ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la Fiscalía Anticorrupción.
Las acusaciones no son leves: pintan un cuadro de abuso de poder donde la ley es sustituida por el capricho de un funcionario que, según testimonios, se cree por encima de la autoridad. “Fernando se siente intocable. Es un represor que quiere tratar a la gente con la punta del pie”, denunció Tomasa López Peralta, líder de comerciantes. “Me dice que puedo entregar los oficios que quiera a la administración, realizar las ruedas de prensa que quiera, pero que el que da las órdenes es él y que nadie lo puede tocar”.
