Gris y sin chiste, el priista Marco Aguilar

Córdoba.- Dicen que “crea fama y échate a dormir”, y que “lo que mal empieza, mal acaba”, y más vale que se lo digan una y varias veces al candidato priísta, que no da una en su arranque de campaña.

 

Gris, sin chiste, sin propuesta y parece que hasta sin plan de acción, la campaña que abandera Marco Antonio Aguilar Yunes avanza sin pies ni cabeza.

 

Si le quieren ayudar, sus compañeros de campaña deberían recordarle que ya todos los mexicanos, hasta los de este Distrito, están convencidos de que ahora los diputados federales sólo han servido a los intereses del Ejecutivo y no del pueblo.

 

Pero no. La gente que lo acompaña se ha dedicado a llenar de acarreados los lugares que visita para no desanimar al candidato, quien ya se siente ganador, como le sucedió a Portilla, el alcahuete de Lavín, quien menosprecio a Lety López, que al final le ganó la partida. 

 

De poco le va a ayudar a Aguilar Yunes su cercanía con el Gobernador del Estado, y aunque, como dicen, ya el traidor del diputado Serralde le haya solucionado el asunto de la elección al meter como su principal contrincante al joven Juan Gerardo Perdomo, todavía tendrá que hacer como que trabaja para legitimar un triunfo que, si bien podría no merecer, sería oficial si las transas proyectadas les resultan. 

 

Desgraciadamente le han hecho creer que la diputación ya la tiene ganada, que la campaña es un mero trámite, para escalar a otros puestos políticos. Pero hay que hacer campaña, señor.

 

De por sí es corto el programa de actividades diarias de la campaña; y todavía, lugar al que llega el candidato del tricolor, arriba con desánimo, ya que siempre ha estado acostumbrado a operar desde atrás del escritorio, y ahora que lo mandaron a recorrer el Distrito, parece que le pesa.

 

¿Qué es lo que va a proponer en beneficio del Distrito que pretende representar, siendo que los cafeticultores y los cañeros están enfrentando una seria crísis económica que repercute en las familias de la zona centro del Estado? 

 

Nadie lo sabe, porque no aparece todavía ni siquiera programado un encuentro con los productores de caña, quienes están ávidos de que alguien los escuche.

¿Y qué decir de los jóvenes egresados de las universidades, quienes buscan una fuente de empleo y no hay alguien que los escuche o que les ofrezca alternativas para poder crear pequeñas empresas o abrir bolsas de trabajo?

 

Con este candidato priísta, los jóvenes no quieren ni hablar, pues saben que lo único que hizo cuando estuvo en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social fue mandar a jornaleros a otros estados y al extranjero a ser explotados.