De la redacción
El Buen Tono
Ankara.– La Federación Turca de Futbol (TFF) anunció una de las medidas disciplinarias más amplias en la historia del deporte nacional, al trasladar al comité de disciplina a 1,024 jugadores —incluidos 27 de la Superliga— por su presunta participación en apuestas deportivas.
La investigación, iniciada hace dos semanas, ya ha derivado en la suspensión de 149 árbitros y la dimisión de 45 delegados de partido, mientras la TFF asegura que el proceso busca erradicar el fenómeno “desde la raíz”.
Entre los futbolistas de la máxima categoría implicados se encuentran dos del Galatasaray, dos del Besiktas y uno del Trabzonspor. De acuerdo con la lista difundida, solo el Fenerbahçe se mantiene libre de señalamientos entre los diez primeros lugares de la Superliga.
En los niveles inferiores, la magnitud del problema es aún mayor: 77 jugadores investigados en la 1. Liga, 282 en la 2. Liga y 629 en la 3. Liga, además de 9 sin categoría definida. Ante la magnitud del caso, la TFF decidió suspender por dos semanas las competencias de la 2. y 3. Liga, permitiendo a los clubes reorganizar sus plantillas.
La Federación también inició conversaciones con la FIFA para abrir un periodo adicional de 15 días en la próxima ventana de fichajes invernal.
Mientras tanto, un tribunal de Estambul ordenó prisión preventiva para siete árbitros y el presidente del club Eyüpspor, Murat Özkaya, por presuntos intentos de manipular resultados.
El escándalo ha causado conmoción en el futbol turco y amenaza con sacudir los cimientos de su sistema profesional, pese a que la TFF insiste en que, por el momento, no existen pruebas de amaños organizados.


