De la redacción
El Buen Tono
Orizaba, Ver.— La crisis en el CONALEP 252 “Ricardo Flores Magón” volvió a cobrar relevancia este sábado 15 de noviembre, cuando un joven participante de la marcha de la Generación Z denunció públicamente la presunta inacción institucional frente al consumo de sustancias prohibidas dentro del plantel.
El señalamiento se produce luego del incidente del lunes 10 de noviembre, cuando cuatro estudiantes y una mujer presentaron síntomas asociados al posible consumo de sustancias nocivas, provocando alarma y un operativo improvisado por parte de docentes y personal administrativo.
Fuentes del plantel señalaron que los alumnos fueron resguardados en sus salones mientras se atendía la situación, pero la falta de información oficial generó confusión, miedo y especulación entre la comunidad escolar. Testigos mencionaron, además, la detonación de petardos, versión que no ha sido confirmada.
Padres y estudiantes denunciaron que este problema no es nuevo. La escasa vigilancia policial y la falta de filtros internos han permitido que el consumo de sustancias sospechosas se vuelva recurrente en los alrededores del plantel. Algunos docentes, afirmaron, han mostrado indiferencia ante comportamientos irregulares de los alumnos.
Durante la marcha, el joven orizabeño llamó la atención sobre el “problema urgente y desatendido” dentro del CONALEP 252, exigiendo la intervención de autoridades estatales, municipales y educativas para implementar medidas estrictas de prevención y vigilancia.
Hasta el momento, ni el plantel ni la Secretaría de Educación del Estado han emitido un comunicado sobre la sustancia involucrada, el estado de salud de los afectados o la apertura de una investigación formal. La denuncia pública ha reavivado el debate sobre la seguridad escolar en Orizaba y la necesidad de reforzar los protocolos de protección dentro de las instituciones educativas.
