De la redacción
El Buen Tono
Un derrumbe dentro del sitio minero de Kalando, en la provincia de Lualaba, dejó sin vida a 32 mineros luego de que un puente colapsara sobre un tramo inundado. Las autoridades confirmaron que el acceso a la zona estaba prohibido por las intensas lluvias y el riesgo evidente de deslizamientos, pero mineros irregulares ingresaron pese a la advertencia.
El ministro provincial del Interior, Roy Kaumba Mayonde, informó que continúan las labores de rescate, aunque las condiciones del terreno dificultan el avance. Debido al accidente, las actividades en la mina quedaron suspendidas temporalmente.
En Kalando operaban más de 10 mil mineros artesanales, de acuerdo con Arthur Kabulo, representante de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. En la República Democrática del Congo se estima que más de 200 mil personas trabajan en minas ilegales, donde las medidas de seguridad son mínimas y las inspecciones resultan insuficientes.
La tragedia vuelve a poner en foco los peligros que enfrentan los trabajadores del cobalto en minas artesanales, donde la infraestructura precaria, los túneles inestables y los puentes improvisados elevan el riesgo de derrumbes, sobre todo durante la temporada de lluvias.
El Congo aporta más del 70% del cobalto a nivel mundial, un elemento clave para la fabricación de baterías utilizadas en dispositivos electrónicos y vehículos eléctricos. Las condiciones en las minas artesanales no solo impactan a los trabajadores locales, sino también a la cadena global que depende de este recurso.
