De la redacción
El Buen Tono
Cinco días después de que tres de los cuatro integrantes de una familia de turistas murieran en Estambul por una presunta intoxicación aún sin causa definida, las autoridades turcas detuvieron este lunes a otros tres posibles implicados, elevando a 11 el número total de sospechosos arrestados.
Ocho de ellos comparecerán hoy ante un juez en Estambul, mientras el caso continúa generando un amplio debate nacional sobre seguridad e higiene alimentaria. Hasta ahora no existe una pista firme que permita aclarar lo ocurrido, según reportó la agencia turca Anadolu.
La tragedia salió a la luz la semana pasada, cuando una familia de cuatro turistas alemanes de origen turco ingresó a un hospital con náuseas y vómitos. Los dos menores, de 3 y 6 años, fallecieron el jueves; la madre murió un día después y el padre permanece en cuidados intensivos.
La familia había llegado a Estambul el domingo anterior y se alojaba en un hotel en el distrito de Fatih. Tras recibir atención médica el miércoles, fueron dados de alta, pero su estado se agravó horas después en el hotel, hasta perder el conocimiento. Fueron trasladados de urgencia a una clínica, donde tres de ellos murieron.
Las primeras diligencias incluyeron el cierre del restaurante donde habían cenado, así como la detención del dueño, el cocinero, un vendedor callejero de mejillones rellenos y un comerciante de dulces, pues se sospechaba de una intoxicación por alguna de esas fuentes. Sin embargo, no se encontraron indicios contundentes ni aparecieron otros clientes con síntomas similares.
La investigación se amplió entonces al hotel. Dos turistas hospedados en el mismo lugar fueron hospitalizados con malestares parecidos, aunque más leves. Los administradores insistieron en que, además de agua embotellada, no se sirve ningún alimento en el sitio.
Pese a ello, las autoridades evacuaron y clausuraron el establecimiento el domingo, y detuvieron a varios empleados, así como a dos responsables de una empresa de fumigaciones que había desinfectado el inmueble recientemente.
Mientras se esperan los resultados de laboratorio, especialistas advierten que el caso ya amenaza con impactar negativamente al turismo en Turquía, especialmente por las sospechas que han surgido en torno a la gastronomía callejera de Estambul, uno de sus mayores atractivos culturales.
