ALEJANDRO AGUILAR
EL BUEN TONO
Córdoba.- La administración de Juan Martínez Flores ha destinado millones del erario público a despachos externos mediante contratos opacos, generando dudas sobre transparencia y control de recursos, incluso más allá de su periodo de gobierno.
Este patrón de gasto forma parte de un esquema mayor: Martínez fue colocado en la alcaldía gracias al financiamiento de campaña por Luis Abella y Manuel Alonso Cerezo, quienes mantienen el control tras bambalinas y aseguran que sus intereses sigan intactos, manipulando las decisiones clave y asegurando que la ciudad siga en desventaja mientras ellos se enriquecen.
El tesorero elegido para la próxima administración de Manuel Alonso Cerezo garantiza la continuidad en la estrategia de contratos con privados que no son de Córdoba, cuyos beneficios se reparten fuera de la ciudad.
De esta manera, se crean contratos con despachos externos para sustraer recursos públicos, consolidando un mecanismo de corrupción institucionalizada que vulnera la confianza ciudadana y perpetúa el abandono de servicios esenciales.
El contrato más cuantioso, por 3,097,229.37 pesos, fue adjudicado a Mantenimiento y Soluciones Técnicas RUBAC, S. de R.L. de C.V. para la supervisión externa de obras del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal (FASMUN) durante 2025. A esto se suman dos contratos más por adjudicación directa: uno con BC Contadores Públicos y Consultores S.C. para asesoría a la Tesorería Municipal, y otro con Argel Humberto Aguirre García para asesoría legal al área de ejecución fiscal.
Los montos no se detallan, pero evidencian un desvío de recursos y un patrón sistemático de enriquecimiento ilícito que afecta gravemente a la población cordobesa.
