Adriana Estrada
El Buen Tono
ORIZABA.- Al haber evidencia de abuso de autoridad, falta de sensibilidad y violación a protocolos en materia de derechos humanos, Iván Cortés Gómez, con discapacidad visual, interpuso una queja formal contra elementos de la Policía Vial y Policía Local de Orizaba, luego de ser detenido de manera arbitraria, amedrentado y cuestionado sobre la veracidad de su ceguera hace unos días.
Los hechos, que podrían constituir un caso grave de discriminación y violencia institucional, ocurrieron el pasado 22 de noviembre de 2025, alrededor de las 11:38 horas. Iván Cortés, quien viajaba como copiloto en un vehículo manejado por su sobrino Uriel Cortés San Miguel, fue interceptado por policías viales mientras circulaban por la calle Sur 18, a la altura de la Alameda.
De acuerdo al relato detallado en el “Recurso de Inconformidad” presentado ante la Jefatura de Policía Vial, la detención inicial se argumentó por los vidrios polarizados del automóvil. No obstante, la situación escaló de manera alarmante e injustificada. Al momento de entregar la licencia de manejo y la tarjeta de circulación, los oficiales, en un acto de desconfianza, solicitaron el refuerzo de dos patrullas más de la Policía Local.
Refirió que el día de la intervención los elementos, específicamente el oficial Óscar Jiménez Mendoza, procedieron a cuestionar de manera abierta y hostil si realmente era invidente. Lejos de actuar con el protocolo y la debida consideración que exige la condición de una persona con discapacidad, los policías lo sometieron a un interrogatorio insensible, poniendo en duda su testimonio y su integridad.
“Fue un acto de abuso de autoridad y grave falta de sensibilidad. Me sentí amedrentado y violentado por el simple hecho de ser una persona con discapacidad visual. En lugar de brindarme el apoyo adecuado, me trataron como si fuera un delincuente”, señaló.
Dijo que para agravar aún más la situación, las autoridades retuvieron la unidad vehicular y, hasta la fecha, se niegan a devolverla, acto completamente ilegal y arbitrario, sumando un daño patrimonial a la afectación moral ya sufrida.
Ante estos hechos, Iván Cortés Gómez, representándose a sí mismo como víctima y agraviado, interpuso formalmente el “Recurso de Inconformidad” ante Ignacio César Paz Casillas, titular de la Jefatura de Policía Vial y Delegación de Tránsito Municipal de Orizaba.
En el documento, fundamenta su queja en múltiples artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, especialmente los que garantizan la legalidad, seguridad jurídica y la prohibición de la discriminación y del Nuevo Reglamento de Tránsito, Movilidad Urbana y Seguridad Vial, exigiendo se investigue el actuar ilegal, incorrecto y completamente desapegado a sus derechos humanos y garantías por parte del oficial Jiménez Mendoza y sus compañeros.
